sábado, 19 de abril de 2014

Acabar con el dinero negro. Cambiar las cosas es posible.

Llevo dos o tres meses con una idea en la cabeza de la que cada vez que hablo la gente me dice que no es posible. Quiero escribirla e ir resolviendo las cosas que cuando la he comentado me decían y me encantaría que se fueran poniendo peros en los comentarios, porque sólo con opiniones disconformes se puede mejorar.

Sin más preámbulos, aquí va mi idea: hacer desaparecer el papel moneda y que toda transacción sea electrónica.

Objetivos:
- hacer aflorar el dinero negro
- aumento de la recaudación fiscal y su eficiencia
- mejora de la trazabilidad del dinero y por ende del gasto público
- desaparece la corrupción
- mejor gestión de la ayuda a los necesitados
- mejorar la competencia entre las entidades financieras (bancos, emisores de tarjetas y demás)
- transparencia y meritocracia

Le idea básica es: hay mucho dinero negro, razón por la que no estalla una revuelta popular (según la sabiduría popular, valga la redundancia). En realidad el problema va más allá de que estalle una revuelta o no, el dinero negro significa que hay quien no está cumpliendo la ley y quien no está pagando sus impuestos y contribuyendo a pagar lo que su país le da (o le debería dar, eso es otro tema). Y aunque estemos seguros que nuestro gobierno malgasta nuestro dinero (yo estoy seguro que lo hace peor que mal) la solución no puede ser no dárselo, porque en definitiva se empeora el bien común.

¿La solución? A partir de un día “x” las monedas y billetes no sirven para nada (durante unos meses para ingresarse y disponer de ese importe como dinero electrónico, controlado). La puesta en marcha del sistema supondría una amnistía fiscal para todo el que ingresara efectivo durante uno meses desde la entrada en vigor del sistema. O mejor, si no puedes explicar de dónde ha salido el efectivo que tienes (y cuando tienes unos cuantos billetes de 500, no puedes más que explicarlo diciendo que has defraudado) impuesto… caja inmediata para hacienda poniendo en marcha el sistema. Quién tenga dinero negro podrá así legalizarlo.

A partir del día indicado, cualquier intercambio económico se realizará de manera electrónica… tarjetas de débito, crédito y monedero; plataformas de internet (tipo paypal, iTunes); pagos con teléfono móvil mediante cualquier tecnología disponible. Una ventaja añadida es que podría gestionarse también la factura desde el terminal, sin que hubiera engaños en el producto vendido o servicio prestado (por ejemplo en caso de diferentes impuestos según los productos). 

Me queda claro que idealmente debería darse en toda el mundo o al menos en la UE, si no ese “dinero negro” sólo saldría de España, pero aún así… al menos sabríamos con lo que se cuenta para planificarnos. Al tener que ingresarlo y blanquearlo, aflora. Hay más dinero en circulación real. 
Además se consigue una recaudación fiscal adicional al inicio del proceso… y una vez implantado, si los impuestos se deducen de la transacción en el momento en que se realiza derivándose a Hacienda, ésta dispondría de importes instantáneos, diarios, semanales,mensuales o la periodicidad que quisiera para organizar su tesorería. Podría ser por la tanto más eficiente.

Si los impuesto se liquidan al momento y se controla, por ejemplo semanalmente, con herramientas de analítica de datos y presupuestaria se pueden gestionar mucho más eficientemente los presupuestos.

Y la trazabilidad del dinero electrónico permitiría desterrar la corrupción, sería muy fácil vincular cuentas, sociedades, personas y sus relaciones… sí, podría contratarse un “estudio inútil y muy caro” y pagarse, pero se podría detectar y ver que se ha contratado con una empresa de un familiar por ejemplo o de un amigo y que ese amigo ha transferido el dinero al político que se lo encargó. Sí, puede haber muchas transferencias, pero el final en algún momento hay un apunte en la cuenta del corrupto…porque no puede recibir un maletín. Lo mismo con lo que se pretenda evadir al extranjero.

Las ayudas a los necesitados se realizarían a través de centros de apoyo a los mismos, se que esto suena un poco “poco solidario” pero si no se les puede dar unas monedas, directamente les vas a dar ayudas (en forma de productos)… y si hay centros a través de los que se puedan gestionar, pues ahí se puede contribuir, con las deducciones fiscales por donación que deberían darse. De ese modo además esos centros estarían más vigilados, con cuentas transparentes y toda transacción en modo electrónico.

¿Y las drogas? Se legalizan, como la prostitución. Y como cualquier otro negocio “ilegal” o no regulado que se nos ocurra. Se es libre para vender lo que sea (si es robado no vas a poder demostrar la compra). Y que unos y otros paguen sus impuestos por el servicio prestado o el producto vendido. Por supuesto los impuestos son más altos, un impuesto de riesgo sanitario. Al final el precio es el que se fije y al estado se destina el impuesto correspondiente “on the fly” durante la transacción.

Entiendo que con todo esto las entidades financieras no perderían su “presencia dominante”, aunque con nuevas plataformas como paypal, las plataformas de compras de iTunes y demás… tendrían que ponerse más las pilas de la competencia (recientes noticias hablan de Google y Apple actuando como entidades financieras, lo que es normal cuando vemos el porcentaje del PIB que suponen sus ingresos). Es más, simplemente por el uso necesario de tarjetas, cuentas, datáfonos y demás, deberían entrar en una competición por que todo el mundo tuviera su tarjeta, su cuenta, datáfono (ofreciendo mejores incentivos a los comerciantes con datáfono, menor interes a los usuarios de sus tarjetas, etc. Si pueden “gestionar el mayor volumen de transacciones posibles” y además gestionar para el estado el envío automático de impuestos derivado de cada transacción … por volumen obtendrían un montón de pasta. Y con sistemas automatizados necesitarían menos infraestructura.

De verdad, si los bancos van a generar beneficios y no tienen compromisos con la política… la eficiencia sería su clave, y su éxito se definiría por ésta.


Cabe señalar que no soy ningún experto en economía ni fiscalidad y soy algo idealista… tanto que creo que el modelo social demócrata “a cada uno según su necesidad y de cada uno según su capacidad y habilidad”. Desde luego no me parece que eso deba implicar la desaparición de la propiedad privada, no los sistemas de incentivos, es simplemente que si el que gana 100 paga 42 de impuestos, dispone aún de 58… mientras que el que gana 30, si paga 5 sólo le quedan 24 (menos de la mitad que al otro). Claro que luego los impuestos se han de gastar bien para que tanto uno como otro se encuentren satisfechos con su situación… también es cierto que a pesar de ese corte “igualitario” para los más desafortunados, soy bastante defensor del individualismo, pero creo que uno no está bien si a su alrededor hay sufrimiento… así que lo natural pienso que es desear el bienestar ajeno.

Para ello sin duda, las preocupaciones de un gobierno deberían ser:
- educación (no sólo enseñanza: respeto, valores, compromiso con los que nos rodean)
- sanidad (con foco en especial en la preventiva)
- justicia para evitar los abusos (absolutamente desligada de la política)
- fiscalidad (para controlar que toda transacción deje su impuesto y se pueda redistribuir/invertir)

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