Pero bueno, nos ha servido para conocer algunos sitios nuevos o de los que sólo sabíamos por referencia. En Madrid tuvimos que alojarnos cerca de la vivienda de la familia de mi mujer que reside allí, así que finalmente lo hicimos en el Madrid Petit Palace Art Gallery.

La verdad es que el sitio es muy agradable y aunque, para su precio, la habitación fallaba en cosas obvias (una bombilla fundida, una botella del minibar que no estaba...), no estaba nada mal, con un portátil en la habitación por si te quieres conectar desde ella, el wi-fi en todo el hotel, ducha de chorros y bañera de hidromasaje, habitaciones familiares, un hall acogedor y un restaurante protagonizado por citas de artistas.
El desayuno estaba muy bien (se paga aparte y por su precio no podria ser menos) y el personal parecían estupendos.
En fin, si quieres un hotel en la mejor zona de Madrid, sin pagar el dineral del Wellington o algunos de esos otros de gran renombre... esta es una buena posibilidad, piensa en ella.
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