Bendición de alimentos para no creyentes | Meditaciones del día
Thich Nhat Hanh -en su libro Buda Viviente, Cristo viviente- hace mención a la importancia de comer conscientemente, prestando atención a los alimentos, a nuestro cuerpo, a nuestras sensaciones y a nuestras emociones. Disfrutar del instante, agradecer y aprovechar. Para prepararse para esta experiencia de mindfulness en la vida cotidiana, Thay menciona una “oración” previa a las comidas que cualquier persona -independientemente de sus creencias o convicciones- puede hacer suya pacificándose interiormente y tomando consciencia de lo que va a hacer a continuación. Dice así:
“Estos alimentos son el don del universo entero: de la tierra, del cielo y de mucho y duro trabajo. Que vivamos de manera que seamos merecedores de esos alimentos. Que transformemos nuestros torpes estados mentales, sobre todo el de la codicia. Que comamos sólo los alimentos que nos nutran y prevengan las enfermedades. Que aceptemos estos alimentos para la realización del camino de comprensión y amor”
Cuando uno se detiene unos instantes ante el plato, agradece su contenido, toma consciencia de que otros carecen de alimento, reflexiona sobre si es la comida -por calidad y cantidad- que le corresponde tomar y experimenta que es un privilegiado y que -por eso mismo- tiene el deber de corresponder a tanto don, uno come de otra manera… De un modo mucho más profundo, real, sagrado y nutritivo…