domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Por qué se llama BlackBerry?

Desconozco la realidad de esta historia, me ha llegado por mail, pero bueno, tiene su miga...

Marguerite Yourcenar, en su magnífico "Memorias de Adriano", escribió:
"Dudo de que toda la filosofía de este mundo consiga suprimir la esclavitud; a lo sumo le cambiarán el nombre."


¿Por qué se llama BlackBerry?
En la época de la esclavitud en los Estados Unidos, a los esclavos nuevos se les ataba una bola negra de hierro muy irregular y cacariza, (no era una bola perfecta ) con una cadena y un grillete al pie, para que no escaparan corriendo de los campos de algodón.

Los Amos, para usar un eufemismo (palabra políticamente más correcta,suena más bonito), le llamaban "BlackBerry" (cereza negra) porque se asemejaba a dicha fruta.

Ese era el símbolo de la esclavitud que decía que estaría forzado a dejar su vida hasta perecer sin poder escapar en esos campos de siembra.
En los tiempos modernos, a los nuevos empleados no se les puede amarrar una bola de hierro para que no escapen, en cambio, se les da un "BlackBerry" y quedan inalámbricamente atados con ese grillete, que al igual que los esclavos, no pueden dejar de lado y que los tiene atados al trabajo todo el tiempo.

Es el símbolo moderno de la esclavitud. Gerentes, ejecutivos, directores y empleados en general tienen uno y cualquiera puede ver cómo están pegados a él todo el tiempo, como adicción; en el baño, en el auto, en el cine, en la cena, al dormirse y no hay forma de escapar cuando llama el jefe o cuando les mandan correos.

No hay manera de decir que no te llegó o que no escuchaste porque este teléfono chismoso te avisa si llamaron y no contestaste, si tienes mensajes por leer, si los leíste y si los demás abrieron tus correos, te marca citas,horarios, te despierta, se apaga solo, se prende solo, y te permite estar idiotizado horas en la internet, mientras tu esposa, esposo, novia o novio y tus hijos y familia te reclaman porque no les pones atención.

Y ahí los ves, modernos ejecutivos que se sienten muy importantes porque "el jefe" les dio su BlackBerry para que no escapen de los campos de trabajo.

¡¡¡ No habrían podido pensar un nombre mejor !!!

¿Budismo? No, gracias ;-)

En Comando Dharma

"… como advierte la sabiduría antigua: “El Tao es la fuente de todas las formas, pero en sí mismo no tiene forma. Si intentas fijar una imagen de él en tu mente, lo pierdes. Es como clavar una mariposa con un alfiler: se capta la cáscara, pero se pierde el vuelo. ¿Por qué no contentarse con experimentarlo sin más?”



… En ese sentido, el Dharma es patrimonio de la humanidad, sin amo ni patrón; tiene mucho más que ver con la verdad tal como la entiende la ciencia –algo empírico, sujeto a debate y confirmación– que con cualquier dogma religioso mantenido por tradición, no importa cuán milenaria sea.

¿Por qué es preferible usar Dharma, esa palabra extraña, antes que “budismo”? Porque la verdad no admite ni requiere ningún “-ismo”; es lo que es. Buda decía que enseñaba el Dharma, y nosotros afirmamos que ese Dharma representa la verdad de la ley natural que gobierna a todos los seres; no tiene necesidad de buscar conversiones ni de oponerse a otros “-ismos”. Si insistimos en usar el término budista –lo cual, qué duda cabe, es lo más práctico para ahorrarnos explicaciones prolijas– deberíamos hacerlo con plena conciencia de las paradojas a las que eso nos lleva: por ejemplo, que el budismo es anterior a Buda y que los innumerables seres que pueblan nuestro planeta y viven y mueren de acuerdo con la ley natural también son budistas. … "

sábado, 26 de noviembre de 2011

Extraño mensaje

... ya estoy ultimando detalles de la próxima y apasionante cata de gin tonics.

Esta vez cataremos:
- la presumida Hendrick´s con sus notas de pepino y rosa de Bulgaria con "Canelones Juan"(–ese Juan soy yo– una deliciosa creación crujiente de pollo de corral y pepino sin bechamel)
y
- la arrogante Bulldog (con sus especies exóticas, como el ojo de dragón, marcando tendencia) que apoyaremos con una hamburguesa de Kobe completa (rúcula, patatas pobres y foie gras micuit).

Quedan muy pocas plazas. Coordenadas: Almazen, C/ Conde Altea 24, VLC, hora 20:30, día 1 de diciembre (que se noten esas pagas extras, el que la tenga). Precio: 25 euros.

lunes, 14 de noviembre de 2011

domingo, 6 de noviembre de 2011

El legado de Steve Jobs

Es muy justo que se encuentre en un blog de nombre Inspirinas, cortesía de Gustavo Entrala:
"Mi pasión siempre ha sido la de construir una compañía duradera en la que la gente se sienta motivada para crear grandes productos. Todo lo demás era secundario. Obviamente, era fantástico obtener beneficios, porque eso es lo que te permite crear grandes productos. Pero la motivación eran los propios productos, no los beneficios. Sculley les dio la vuelta a esas prioridades y convirtió el dinero en la meta. Es una diferencia sutil, pero acaba por afectar a todos los campos: la gente a la que contratas, quién recibe ascensos, qué se discute en las reuniones.
...
Edwin Land, de Polaroid, hablaba acerca del cruce entre las humanidades y la ciencia. Me gusta esa intersección. Hay algo mágico en ese lugar. …
...
… Microsoft… Nunca fueron tan ambiciosos en cuanto a sus productos como deberían haberlo sido. A Bill le gusta presentarse como un hombre de productos, pero en realidad no lo es. Es un hombre de negocios. Vencer a otras empresas era más importante que crear grandes productos. Acabó siendo el hombre más rico que había, y si esa era su meta, entonces la alcanzó. Sin embargo, ese nunca ha sido mi objetivo, y me pregunto, al fin y al cabo, si era el suyo. … Sin embargo, Microsoft nunca contó con las humanidades y las artes liberales en su ADN. …
… Una empresa hace un gran trabajo, innova y se convierte en un monopolio o en algo cercano a ello en un campo determinado, y entonces la calidad del producto se vuelve menos importante. La compañía comienza a valorar más a los grandes comerciales que tienen, porque ellos son los que pueden aumentar los beneficios, y no a los ingenieros y diseñadores de productos. Así pues, los agentes de ventas acaban dirigiendo la compañía. … Cuando los chicos de ventas dirigen la compañía, la gente que trabaja en los productos pierde importancia, y muchos de ellos sencillamente se marchan. …
Odio que la gente se etiquete a sí misma como «emprendedora» cuando lo que en realidad está intentando hacer es crear una compañía para después venderla o salir a bolsa para poder recoger los beneficios y dedicarse a otra cosa. …
(Intel, HP y otros "modelos" de Jobs) Crearon una compañía para que durase, y no solo para ganar dinero. Eso es lo que quiero que ocurra con Apple.
...
… Eso es lo que he intentado hacer siempre, mantenerme en movimiento. De lo contrario, como dice Dylan, si no estás ocupado naciendo, estás ocupado muriendo.
...
¿Qué me motivaba? Creo que la mayoría de las personas creativas quieren expresar su agradecimiento por ser capaces de aprovechar el trabajo que otros han llevado a cabo antes que ellos. Yo no inventé el enguaje ni las matemáticas que utilizo. … Todo lo que hago depende de otros miembros de nuestra especie y de los hombros a los que nos subimos. Y muchos de nosotros queremos contribuir con algo para devolverle el favor a nuestra especie y para añadir algo nuevo al flujo de la humanidad. Es algo que tiene que ver con el intento de expresar una idea de la única forma en que muchos sabemos … Tratamos de utilizar el talento que sí tenemos para expresar nuestros sentimientos más profundos, para mostrar nuestro aprecio por todas las aportaciones que vinieron antes que nosotros y para añadir algo a toda esa corriente. Eso es lo que me ha motivado".

14 maneras de super-recargar tu cerebro

En Cultura de la Salud

" … Piense en poner a punto su cerebro. Saltarse el mantenimiento del cerebro es tan tonto como la persona vagando por el garaje, porque olvido dónde estacionó. ¿Es usted esa persona? Bueno. Todos lo somos en algún momento. No se preocupe, hay esperanza.

Aquí hay algunas cosas que usted puede comenzar a hacer desde hoy mismo para comenzar la melodía de un gran cerebro.

1. Coma almendras
2. Beba jugo de manzana
3. Duerma bien
4. Disfrute de los placeres simples
5. Ayune por un día
6. Ejercite su mente
7. Practique yoga o meditación
8. Reduzca el consumo de azúcar
9. Coma trigo
10. Coma una comida ligera en la noche
11. Desarrolle la imaginación
12. Sexo
13. Controle su temperamento
14. Tome vitamina del complejo B"

viernes, 4 de noviembre de 2011

Proyectos que me gustan ;-)

Hace ya más de un año que conocí a Guillermo Caudevilla … fue el primero en hablarme de un par de asuntos de los que yo no sabía más que lo que sus obvios nombres dejaban entrever: empresa social y extreme programming.

Estos conceptos han estado recientemente regresando a mi vida por diversas circunstancias y hoy me he dado cuenta de que "me gustaban", he sido consciente de ello, lo que seguramente explica mi participación hace ya años en kiva

La chispa para animarme a escribir sobre ello ha sido leer al bueno de Adolfo Plasencia que hoy ha reactivado en twitter una vieja entrada de su blog, sobre Social Nest, una incubadora de empresas y emprendedores sociales, en la que se hacía referencia a la empresa de Guillermo, Frogtek, como ejemplo de "empresa social".

Esta mañana me hablaba un compañero de Goteo, una iniciativa consistente en una red social de financiación colectiva (aportaciones monetarias) y colaboración distribuida (servicios, infraestructuras, microtareas y otros recursos) desde la que impulsar el desarrollo autónomo de iniciativas, creativas e innovadoras, que contribuyan al desarrollo del procomún, el conocimiento libre y/o el código abierto.
Un proyecto interesante.

Y eso me recordaba el reciente descubrimiento de
Be Code, la incubadora punk, un proyecto muy atractivo que ojalá tengo mucho éxito para la tutorización y puesta en marcha de proyectos tecnológicos, con la ayuda de su brazo financiero, Yarak Seed, presentado días después de conocer a la gente de @becodemyfriend en mi visita a sus instalaciones.


Y el proyecto que me gustaría lanzar …
Recuerdo que hablando con Esther García Coronado, periodista de Valencia Plaza en ese momento, sobre Be Code y Yarak le pregunté si por casualidad hacían crowdfunding … eso es lo que me gustaría poner en marcha. Una iniciativa tipo Kiva, para dar capital semilla a nuevas "start-ups" pero no a través de un fondo con una estrategia de salida definida y base principal de su inversión, que además decida qué proyectos le gustan, si no un sistema en el que decides a quién quieres "prestar", sin necesidad de que sea una propuesta social y que a través del sistema permita una eficaz recuperación de la inversión o que gestiona participaciones obteniendo un margen de las participaciones cuando las empresas obtengan una financiación más … ¿formal? Digamos que generar una mini-bolsa de las empresas participadas, mejor gestionada y en la que el dinero sea real. Poco pero real ;-)

Pero divago, aunque la idea no es lo más moderno del mundo (algo así se trató de hacer para financiar la película el cosmonauta que finalmente creo que no se pudo producir) ahí queda (y parece que leyendo a fondo sobre goteo, éstos se acercan a la idea, aunque no se que significa el "red social" en su definición –quizá puro marketing para hacer algo tan extraño más atractivo–).

Bueno … ¿inversores, programadores, communities ;-PP ?

jueves, 3 de noviembre de 2011

Lo conseguimos todo, pero, …

… para mi, lo conseguido ha resultado ser una sátira de nuestros sueños.

Krzysztof Kieslowski citado en Algo Va Mal.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

El mito del trabajo ideal

Leo en Cultura de la Salud este artículo, interesante aunque algo durillo:

"…
1. En busca del jefe de ‘oro’
Pensamiento ‘irreal’: El director puede ser un amigo más del equipo, que sabrá entender las impuntualidades por el tráfico, o las entregas demoradas por sobrecarga laboral.
Realidad. Aunque detrás de esas conductas pueda haber un argumento a favor del empleado, lo cierto es que el jefe es el jefe, y es imposible esperar a un superior ‘relajado’ que diga “entrégame cuando puedas”. La razón es que ellos mismos suelen estar igual o más estresados que sus equipos por entregar resultados.

2. Fallar un par de veces ¡sí importa!
Pensamiento ‘irreal’: Los profesionistas indispensables existen y es mi caso -suelen pensar algunos empleados-. Sin embargo, la imagen del jefe que evita prescindir de los servicios de un empleado por el conocimiento que muestra de la actividad y los contactos, no es del todo cierta.
Realidad. “Siempre hay alguien que está esperando a que tú te derrapes para entrar al quite”, cita Mayra Ortega. Las empresas, por mucha lealtad que presuman para sus empleados, operan basados en la ‘producción’, lo que implica que si una persona se empeña en repetir patrones poco favorables para su reputación -como ser impuntual- terminará por salir de la lista de candidatos a una promoción o, sencillamente, será despedida.

3. Si no soy el dueño, la responsabilidad es distinta
Pensamiento ‘irreal’: Como profesionista puedo darme el lujo de salir puntual diario, aunque se queden algunos pendientes ‘importantes’.
Realidad. En el 90% de las empresas, cuando un colaborador quiere dejar la oficina en su horario reglamentario es ‘mal visto’ así se mueve el mercado mexicano y hay que tratar de llegar a un equilibrio para no excederse en las horas adicionales, pero tampoco correr cuando el reloj marca las 18:00 en punto; en especial si hay tareas que surgen de momento, aclara la psicóloga por la UNAM.

4. Fuera del trabajo ¡que no molesten!
Pensamiento ‘irreal’: Tener un esquema definido de labores de lunes a viernes, y fuera de ese tiempo no hay por qué atender asuntos de oficina.
Realidad. Hay una consigna inmutable en términos de ascenso laboral: “mientras mayor nivel de puesto se desee, más las responsabilidades”. Eso implica que un colaborador con miras a proyectarse no puede caer en pensamientos como “estoy en mi día de descanso, no contestaré las llamadas”.

5. Los recursos de la oficina son ‘personales’.
Pensamiento ‘irreal’: El teléfono que me dieron en la oficina lo merezco y si lo utilizo para alguna llamada personal, “que le cueste al jefe”.
Realidad. Si la empresa te da un celular es para que estés disponible fuera de la oficina, en cualquier horario, no para socializar. Además, “no importa si es relevante o no la llamada del jefe, debes contestar y la gente pierde la perspectiva de eso”, afirma Ortega.

6. El que desespera, truena
Pensamiento ‘irreal’: Te prometieron que un aumento salarial acompañaría tu ascenso profesional, pero ha pasado un mes y no llega, entonces es el momento de renunciar.
Realidad. En primer lugar, dice Berenice Franco, rara vez una persona está convencida de ser bien remunerada, porque siempre está latente el deseo de tener más.
…"

¿Qué tipo de Budista era Steve Jobs?

Una larga entrada de Steve Silberman en NeuroTribes, que pienso que merece la pena.

"One reason I was looking forward to reading Walter Isaacson’s new biography of Steve Jobs was my hope that, as a sharp-eyed reporter, Isaacson would probe to the heart of what one of the few entrepreneurs who really deserved the term “visionary” learned from Buddhism.
...
Isaacson does a fine job of showing how Jobs’ engagement with Buddhism was more than just a lotus-scented footnote to a brilliant Silicon Valley career. As a young seeker in the ’70s, Jobs didn’t just dabble in Zen, appropriating its elliptical aesthetic as a kind of exotic cologne. He turns out to have been a serious, diligent practitioner who undertook lengthy meditation retreats at Tassajara — the first Zen monastery in America, located at the end of a twisting dirt road in the mountains above Carmel — spending weeks on end “facing the wall,” as Zen students say, to observe the activity of his own mind.
...
One of the books that inspired Jobs to become interested in this process was "Cutting Through Spiritual Materialism" by Chögyam Trungpa Rinpoche … one of his early students went on to become the chameleonic pop star David Bowie.
...
I suspect that one of the things that Jobs found inspiring about Trungpa’s writing — beyond its bracingly direct tone and surgical deconstruction of the lies that prevent us from seeing things as they are — was his profound respect for artists, poets, and musicians, whom he saw as fellow warriors against delusion …
Our attitude and integrity as artists are very important. We need to encourage and nourish the notion that we are not going to yield to the neurotic world. Inch by inch, step-by-step, our effort should wake people up through the world of art rather than please everyone and go along with the current.
...
Another influence on Apple’s young founder was the book "Zen Mind, Beginner’s Mind" by Shunryu Suzuki-roshi, the founding teacher of San Francisco Zen Center.
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Swimming against the tide of Zen writings of its era, "Zen Mind, Beginner’s Mind" downplayed the enticing concept of enlightenment in favor of slow, steady mindfulness practice “with no gaining idea” — that is, with no hope that your next session on the cushion would bring about a shattering, life-changing flash of satori. … You didn’t sit zazen to become a Buddha, Suzuki-roshi used to say: “You’re perfect just as you are — and you could use a little improvement.”
Jobs’ celebrated motto for the original Mac team — “the journey is the reward” — could have been lifted from the pages of Zen Mind, Beginner’s Mind. For Suzuki-roshi, the path was the goal.
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The only regrettable aspect of Isaacson’s account is his clownish portrayal of Jobs’ teacher and friend for two decades, Kobun Chino Otogawa, as a hapless bore who spoke in needlessly cryptic “haiku.”
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Three years after the wedding, Kobun drowned in a shallow, icy pool at his student’s home in Switzerland, trying to save the life of his 5-year-old daughter Maya, who perished anyway. I imagine the loss of his longtime spiritual friend was particularly rough on Apple’s founder when he came face-to-face with his own mortality the following year, after his diagnosis of pancreatic cancer.
...
Kobun was similarly encouraging to young Jobs, telling him, in Isaacson’s words, that he “could keep in touch with his spiritual side while running a business.”

Another thing that becomes clear in Issacson’s book is the crucial role of what Buddhists call mindfulness played in securing Apple’s success. When a 15th century poet named Ikkyu was asked, “What is the meaning of Zen?” he replied, “Attention.” Asked to explain further, he replied, “Attention means attention” — one of those cryptic, haiku-like utterances that can make people think you’re drunk. But attention, in Zen practice, means more than just being mindful of your breath in the zendo. It means investing moment-to-moment awareness in everything you do in the course of an ordinary day — whether running for the bus, cooking a pot of rice, talking to your in-laws, taking your blood-pressure pills, or making love.
Or, say, crafting a totally new kind of computer “for the rest of us.”
...
Like a Zen fussbudget, Jobs paid precise, meticulous, uncompromising attention to every aspect of the user experience of Apple’s products — from the design of the fonts and icons in the operating system, to the metals used to cast the cases, to the colors on the boxes and in the magazine ads, to the rhyming proportions in the layout of Apple stores. He encouraged mindfulness in his customers too, by designing his computers so superbly that they faded into the background as creative imagination took over. …
...
One of the most memorable lines in "Zen Mind, Beginner’s Mind" is Suzuki-roshi’s statement, “In the beginner’s mind there are many possibilities, in the expert’s mind there are few.”
...
Skeleton performing zazen on waves by Maruyama Okyo, 1787, Daijoji Temple, Hyogo, Japan.

Isaacson is admirably frank about the core tenet of Buddhism that Jobs seems to have bypassed: the importance of treating everyone around you, even perceived enemies, with basic respect and lovingkindness. It’s tempting now to cast Jobs’ tantrums, casual brutality, and constant berating of “shitheads” as the brave refusal to compromise his ideal of perfection — even as a kind of tough love that inspired his employees to transcend their own limitations. But a more skillful practitioner would have tried to find ways to bring out the genius in his employees without humiliating them — and certainly would have found ways of manufacturing products that didn’t cause so much suffering for impoverished workers in other countries. The moment in Isaacson’s book when Jobs tells the Mobile Me team after the project’s disastrous début, “You should hate each other for having let each other down,” shows that even near the end of his life, Jobs had more to learn from his teachers.
I suspect that the most powerful lesson Jobs took from his years with Kobun was to accept death as an inevitable part of life, which served him well when he learned that his own death was imminent.
… because Death is very likely the single best invention of Life. It is Life’s change agent. It clears out the old to make way for the new. …
...
I’ve never forgotten something else Jobs told me that day: “If you want to know what I think, just look at our products.” At the time, it seemed like a crabby, dismissive, “bad Steve” response. But it was the most Zen thing he could have said."

martes, 1 de noviembre de 2011

8 hábitos para una vida saludable

Vía Zen Habits, el agradable punto de vista de Leo, que hace que todo parezca tan fácil.

"… And so I did a little research today — I found the top causes of death, then created a spreadsheet for the controllable risk factors for each.

Some things can’t be controlled (your age, family history of diseases, gender). But others can. And those things aren’t a huge surprise — you already know not to smoke, drink too much, or eat crappily.

It’s interesting, though, how all of the major diseases are caused by the same things: smoking, diet, exercise, alcohol and stress.

Below I’ll list the top habits you can change, and a simple method for changing them. …
1. Stop smoking
2. Lose weight (if you’re overweight)
3. Exercise
4. Drink only in moderation
5. Cut out red & processed meats
6. Eat fruits & veggies
7. Reduce salt, and saturated/trans fats
8. Reduce stress

… how to change these habits:
- Change only one habit at a time
- Create positive habits you enjoy
- Start as small as possible
- Make it social

‘The art of living well and the art of dying well are one.’ ~Epicurus