1.- Distingue inicialmente si el mail es interno o externo y quiénes son los destinatarios, pues las formas pueden o incluso deben ser distintas.
2.- Piensa en un asunto que refleje y resuma el propósito del mail siendo, a ser posible, concreto y claro.
3.- Introduce en el primer párrafo el motivo del mail de una manera clara y resumida.
4.- Desarrolla el mail utilizando un lenguaje conciso y claro, así como párrafos cortos sin perder el foco en lo que pretende el mail.
5.- Finaliza el mail resumiendo la situación
6.- Pasa un corrector ortográfico, que cuesta muy poco tiempo y ayuda mucho.
7.- más vale aclarar lo que dudas con excesos que con posible falta de información
8.- Sé amable y correcto, pues siempre suma. La frase de Ury para negociaciones “sé duro con el problema, pero suave con las personas”
9.- Nunca sabes a quién puede acabar reenviándose, con que alerta ante el tema de privacidades.
10.- Ante mails complejos y delicados, nunca los envíes en estados con excesiva carga emocional.
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