Parece que la sociedad de consumo no termina de aceptarse a sí misma entre cadenas de montaje y lineales equidistantes llenos de tetrabricks. Menos aún dentro de un taller de mano de obra semiesclava. De ahí el éxito de la cultura del lujo accesible o prestigio de masas, un cóctel aparentemente contradictorio pero que mueve sectores enteros, como el de los perfumes, bajo la aspiración de abandonar la clase media y la cadena de producción fordista que la caracteriza. La exclusividad masiva, el artista en la fábrica... relatos casi míticos pero con suficiente fuerza como para seguir dirigiendo la tarjeta de crédito.
sábado, 8 de febrero de 2014
Lujo accesible, personalización y el drama de la realidad
El artista que esconde la fábrica y su discurso publicitario de la personalización - ConsumeHastaMorir, contrapublicidad en la sociedad del consumismo
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