Autoconocimiento, amor, ingenio y heroísmo son, pues, algunos de los ingredientes a considerar para construir organizaciones legendarias. Ahora a ponernos en marcha para la ejecución.
Es fascinante observar que la profunda y para nada obvia integración de estas cuatro dimensiones en las organizaciones y en las vidas de sus miembros fue una respuesta poderosa a un mundo que había cambiado más en 50 años – en el siglo XVI – que en los 1000 anteriores. Parece claro que la estructura propuesta ha seguido teniendo éxito y manteniendo su fuerza durante los últimos cuatro siglos y medio.
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