Es un libro que me han traído los Reyes Magos y que me disponía a empezar por las guardas.
Es paradójico que el libro fuera escrito en el siglo XVIII por el abate Dinouart, un eclesiástico que escribió unos años antes Le Triomphe du Sexe, que le costó la excomunión. Podía haberse callado. O a lo mejor era lo que aprendió por no callarse.
Y como dice mi mujer … yo también podría callarme ¿no es escribir estas ideas una forma de no callar?
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